Habiendo varias cosas que ver en una ciudad, tomar un city tour es bastante conveniente, especialmente si sólo cuesta 150.000 dongs ($3.750). Me pasaron a buscar al hotel y partimos en un bus hacia nuestro primer destino: la Antigua Ciudadela, cuya importancia reside en el hecho que Hue es una de las antiguas capitales de Vietnam y en la ciudadela amurallada se encuentran las dependencias que usaron varios emperadores de Vietnam. La entrada me costó 104.000 dongs ($2.500), casi el doble de lo que tuvieron que pagar mis compañeros vietnamitas en el tour. Esta práctica de cobrarles más a los extranjeros es muy común y se puede ver en muchas atracciones turísticas.
Una vez dentro nuestro guía nos explicó que debido a los bombardeos de la Guerra sólo íbamos a poder ver enteros unos 10 edificios de los más de 100 que habían originalmente. Actualmente varios están siendo restaurados, pero al recorrer los caminos no pude evitar que el lugar se veía paupérrimo. De entre los edificios en pie, visitamos los aposentos de la madre del emperador de turno, así como su sala de té, donde se reunía con sus invitados junto a una pequeña lagunilla.
Salimos de la ciudadela y fuimos en el bus hacia un puerto, ya que la segunda parte del tour iba a ser en bote. Recorrimos el río y llegamos a un lugar donde había una pagoda y un templo. Nos quedamos ahí unos 40 minutos y al volver al bote nos dijeron que a continuación íbamos a visitar 3 tumbas de emperadores, pero que cada una debía pagarse por separado, así que podíamos elegir a cuál ir. Conversando con los vietnamitas que estaban en el tour, decidí visitar sólo una, porque me dijeron que era la más impresionante. Cuando todos dijimos nuestras opciones, hubo una tumba a la que nadie iba a ir, por lo que finalmente visitaríamos solo 2.
Llegamos a la primera y mientras esperaba afuera me senté en un puesto con gallinas dando vuelta cerca mio y compré unas piñas. Hacía mucho calor y de pronto sentí un aire fresco; era la señora que me había vendido las piña que estaba sentada al lado mio con un abanico tirándome aire. Más divertido aún fue cuando al rato se unió su hija de unos 5 años a quien al final le presté mi celular en agradecimiento para que jugara a los Angry Birds...
Terminado el descanso fuimos en una minivan a la Tumba Imperial de Khai Dinh, quien gobernó Vietnam por 9 años desde 1916 hasta su muerte en 1925. Como la mayoría de los emperadores, Khai Dinh ordenó el levantamiento de su tumba en vida, pero no alcanzó a verla terminada, porque la construcción demoró 11 años. Se encuentra en la cima de un pequeño cerro y es la más turística de todas por destacar en su arquitectura y envergadura.
Al ir subiendo las escaleras nos encontrábamos con varias estatuas de "mandarines", (oficiales del Imperio) además de algunas figuras de dragones. En la parte de arriba había una estatua de tamaño real del emperador junto con fotos de su familia y propias en distintos actos oficiales. Al terminar la visita nos fuimos a una fábrica de sombreros cónicos donde nos mostraron cómo usan un molde de metal para poder entretejer las cintas de madera. Hace rato que me preguntaba cómo los hacían.
Dejo un video de la graciosa encargada del abanico: