domingo, 30 de junio de 2013

VN 44- Cuevas Phong Nha

A unos 100 kilómetros al norte de Hue se encuentra el Parque Nacional Ke Bang, en donde se pueden encontrar las cuevas de Phong Nha. Ayer contraté un tour para visitarlas, así que hoy me pasaron a buscar a las 6:30 de la mañana para comenzar el viaje. En el camino hicimos una parada para visitar una iglesia donde se encuentra un santuario a la Virgen. Según cuenta la historia, durante una persecución a los cristianos en 1800 muchos se refugiaron en la jungla sin tener otro lugar donde ir. 

Asediados por las enfermedades y sintiéndose cercanos a la muerte comenzaron a rezar; en ese momento se les apareció la Virgen y les aconsejó que usaran hojas de helecho para condimentar las comidas, que resultó tener propiedades antibióticas, por lo que finalmente los ayudó a sobrevivir. Años después se construyó el Santuario de la Virgen de La Vang y actualmente miles de fieles vienen cada año a visitarlo. Lamentablemente el sector fue bombardeado durante la guerra y sólo queda la torre del reloj de la iglesia principal.

Mientras continuamos nuestro camino a las cuevas pasamos por el paralelo 17, por donde pasa el río Ben Hai, que por mucho tiempo indicó el punto de división entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. El lugar es conocido como DMZ - Demilitarized Zone - (Zona Desmilitarizada) y a la distancia destaca el Monumento de la Reunificación. Antes de llegar al parque el guía mencionó varias veces que de todos los miembros del grupo, el único que iba a las cuevas Phong Nha iba a ser yo y que los demás iban a ir a otra llamada Paradise que quedaban unos 20 kilómetros más lejos. 

Fue tanto lo que insistió en que dichas cuevas eran mejores que la que yo quería visitar, que despertó mis sospechas, así que como resultado sólo logró que me dieran más ganas de mantener mi postura. Una vez en el parque vi que había un río que serpenteaba por unas montañas que salían del agua, sin duda una vista preciosa. El tour consistía en recorrer el río en un bote y ahí confirmé mis sospechas, porque el guía tuvo que contratar el bote para mi solo. Quedamos en que me iban a pasar a buscar en unas 2 horas y me dejaron encargado con una nueva guía, esta vez para el río y las cuevas.

Nos subimos al bote y partimos río abajo. Por suerte habían asientos y techo, porque hacía mucho calor y el viaje duró unos 30 minutos antes que llegáramos a la entrada de las cuevas. En ese momento apagaron el motor del bote y uno de los 2 conductores pasó a la proa para maniobrar mejor, ya que el camino se hacía mas estrecho y al mismo tiempo venían botes saliendo de la cueva.



Avanzamos por unos 10 minutos por un área convenientemente iluminada antes que nos bajáramos a una especie de playa. Según la guía habíamos recorrido 1 kilómetro, pero la profundidad total de la cueva por el río era de 6 kilómetros más, aunque ese sector no era accesible por bote. La temperatura era agradable, mucho menor a la que se sentía afuera. 



Subimos unas escaleras y comenzamos a caminar por entre unas formaciones únicas. Toda la cueva estaba iluminada, pero de una forma que hacía que se mantuviera la sensación de estar en un lugar que de por sí debe ser oscuro. Mi guía no hablaba mucho inglés, pero hacía el esfuerzo cuando me indicaba algunas rocas y nombraba la supuesta figura que se formaba; claramente tenía mucha imaginación, porque me mostró tortugas, pájaros, dragones y hasta a Ho Chi Minh, o Bac Ho (Tío Ho) como es conocido cariñosamente el líder vietnamita. Además vi varias veces cómo las estalactitas y estalagmitas habían sido unidas por el paso del tiempo, lo que encontré súper interesante.

Luego de recorrer la cueva y los alrededores por un poco más de una hora nos dirigimos de nuevo al bote. En el camino de vuelta vimos algunos búfalos de agua en las orillas y como hacía mucho calor aproveché de sacarme los zapatos y comprobar que el agua estaba agradablemente fría. Eso si antes me aseguré que no hubieran pirañas o cocodrilos...uno nunca sabe. Al llegar al puerto sólo tuve que esperar 15 minutos antes que llegara la minivan a buscarme. Según mis compañeros, ka famosa cueva Paradise era bonita, pero como no v tanto entusiasmo en sus comentarios pienso que no me perdí de mucho.

De vuelta en Hue salí a recorrer un poco y en la noche fui a un restaurante a comer algo local. Elegí un "hot pot" de pollo, que consistía en una olla con un quemador al cual había que irle echando los vegetales y los fideos para que se cocinaran. Muy bueno.

sábado, 29 de junio de 2013

VN 43- Tren a Hue

Hoy viajé hacia Hue, una ciudad ubicada a 100 kilómetros al norte de Da Nang. Este trayecto lo decidí hacer en tren, porque había leído en algunos foros que las vistas hacia la costa eran espectaculares, y tenían razón... El ticket me costó 81.000 dongs ($2.000) por un asiento en un vagón con aire acondicionado y cuando lo compré, pedí que fuera al lado de la ventana. Llegué a la estación a las 12 del día y cuando entré al tren vi que el asiento estaba efectivamente en la ventana, pero en la del lado izquierdo.

A mi me servía la del lado derecho, porque íbamos a viajar de sur a norte. Para empeorar las cosas el asiento estaba ocupado y la niña que estaba sentada me preguntó si me podía sentar en el suyo. Fui a ver la ubicación y aparte de estar en el mismo lado, ¡estaba mirando hacia el sur! Esto debido a que la mitad de los asientos en el vagón miraban hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Así que le dije que no me quería cambiar y en ese momento alguien que estaba escuchando la conversación, me dijo que el que estaba a su lado estaba libre. Como estaba un poco más cerca de la ventana, me fui sentado ahí. 

Ya durante el viaje no pasó mucho tiempo para que las líneas férreas se empezaran a acercar a la costa. Al mismo tiempo que viajábamos yo iba mirando mi GPS y era increíble ver el mapa por un lado y al mirar por la ventana, ver exactamente las misma formas de la geografía vietnamita. En un momento me levanté para estirar las piernas y descubrí que había una ventana abierta entre 2 vagones, así que al final me pasé la mayor parte del viaje parado mirando por esa ventana. Lo que más me gustó fue ver los acantilados que nacían en la selva y bajaban hasta llegar al mar, donde el agua tenía un color precioso que nunca había visto antes.

viernes, 28 de junio de 2013

VN 42- Montañas de Mármol

30 kilómetros al norte de Hoi An se encuentra la ciudad de Da Nang y en el camino se pueden encontrar las Montañas de Mármol, un grupo de 5 montañas de piedra caliza y mármol muy conocidas en la zona. Así que en vez de contratar un tour preferí arrendar una moto e ir por mi cuenta a ambas. Le pagué 200.000 dongs ($5.000) al viejito encargado por el arriendo y al momento de recibir los billetes en la mano me ofreció de inmediato vender también la gasolina. Claro, la moto estaba casi vacía, así que negocio redondo. A 25.000 dongs ($625) el litro el viejito me recomendó comprar 4, para asegurarme de no quedar varado en la carretera.

El camino fue fácil de seguir y con variadas vistas: plantaciones de arroz, un poco de playa, casas particulares, hoteles, varios buses que me pasaban, varias motos que me pasaban y uno que otro viejito caminando con la espalda cargada. Iba distraído pensando en llegar a Da Nang cuando una señora en moto se me coloca al lado y me empieza a hacer señas. Me indicó un camino lateral y recién ahi me di cuenta que estaba a punto de llegar a las Montañas de Mármol. La señora se me acercó aún más y me decía que su casa estaba cerca de las montañas y que tenía que seguirla.

Lo encontré un poco raro, pero la seguí. Al llegar descubrí que ella tenía una tienda de estatuas y figuras de mármol y de otros materiales. Me dijo que podía estacionar la moto en su local mientras visitaba las montañas y que iba a ser gratis, porque si la quería estacionar en la entrada del parque me iban a cobrar caro. A pesar de decirme varias veces que el estacionamiento iba a ser gratis, tuve mis sospechas.



Pagué la entrada en la boletería que permite subir a la montaña más grande de las 5. El camino escalonado hacia arriba no fue tan arduo y mi primera parada fue un templo, donde se habían reunido varias personas a rezar. A medida que seguí subiendo me encontré con varias cuevas pequeñas. En varias de ellas encontré grandes figuras de Buda esculpidas en la roca junto con pequeños altares donde la gente había dejado incienso. El factor común de las cuevas era que en todas habían murciélagos en el techo. A veces los iluminaba con mi celular y podía ver más de 30 a sólo unos metros de distancia.

Una de las cuevas era más grande que todas las que había visto antes y comenzaba con una escalera hacia abajo. Al entrar vi que estaba iluminada por luces que simulaban ser velas, así que el aspecto interior era bastante cálido. Al final de la escalera se podía ver un Buda grande tallado en la pared y en otro sector una estructura que me dio la impresión de ser un mausoleo, pero no lo pude corroborar. Al salir de ahí seguí subiendo y cuando por fin llegué a la cima pude ver hacia un lado las otras montañas que conforman este clúster y hacia el otro, la ciudad de Da Nang.

Como ya se estaba haciendo tarde recorrí lo que me faltaba del parque un poco más rápido y al bajar la señora llegó corriendo cuando vio que iba a sacar la moto. Ahí me dijo que entrara a su tienda y que viera sin compromiso los productos. Cuando le dije que no iba a comprar nada se empezó a poner un poco más insistente y me recordó que no había tenido que pagar por el estacionamiento. Ahí me molesté un poco, porque inocentemente pensé que no me lo iba a sacar en cara, pero mantuve mi postura y respetuosamente me fui. Cuando llegué a la ciudad vi que todavía me quedaba mucho más de medio estanque de bencina e imaginé la cara sonriente del viejito haciéndome comprar más bencina de lo necesario, así que decidí recorrer la ciudad calle por calle para gastar lo más posible y regresar a Hoi An al ras.

El tráfico no era tan caótico como en otras ciudades, así que no se me hizo difícil recorrerla. En un momento me dio hambre y decidí ir a un lugar al que sólo fuesen vietnamitas. Llegué a unos puestos que estaban a la orilla de un canal y me senté. El dueño me vio y llamó a una niña para pedir la orden, pero nadie hablaba inglés. Apuntando otros platos pude pedir ensaladas, pero también quería comer pollo, así que después de varios intentos graciosos, en los cuales la niña me hablaba vietnamita modulando con exageración (como si con eso yo fuera a entender) se me ocurrió dibujarle una gallina en mi libreta de notas. Ahí nos reímos los dos porque por fin nos pudimos comunicar, pero luego se me borró la sonrisa cuando me trajeron las patas de la gallina.

jueves, 27 de junio de 2013

VN 41- Hoi An

Anoche me pasaron a buscar para tomar el bus nocturno desde Nha Trang hacia Hoi An. Al llegar al terminal dejé mi mochila abajo y al subir al bus de 2 pisos el conductor empezó a revisar una lista con números. Al rato le dijo al asistente algo y éste me dijo que lo siguiera. Me llevó hasta la parte de atrás, donde habían 5 espacios (no se podían llamar asientos) arriba y 5 abajo. Los espacios eran muy estrechos y pegados entre sí, sin separación alguna. Le dije que no me quería sentar ahí y le señalé uno de los asientos individuales. Me empezó a decir que no, que tenía que ir a los de arriba y yo le decía que quería irme sólo. Fuimos a conversar con el conductor y cuando nos devolvimos a la parte de atrás, me dijo que me podía sentar abajo. Nuevamente le dije que no y me senté en uno individual. 

Ahí la cosa se empezó a poner tensa, porque me empezó a levantar la voz y decir cosas en vietnamita. Yo le decía que no me quería ir atrás y fuimos otra vez a conversar con el conductor. Cuál sería mi sorpresa al ver que el conductor me empezó a gritar y decía en inglés "get out!, get out!" (¡sal!, ¡sal!) y me indicaba la puerta. Sopesé la posibilidad de llamar a alguien...pero ¿a quién?; la policía no iba a hablar inglés y no podía arriesgarme a bajar y perder el pasaje (además de perder un día de viaje y la reserva del hostal), además que nada me aseguraba que en el otro bus me iba a ir en el asiento individual. Así que sólo pude pensar en la madre de ambos y me fui al que pensé era el mejor de los 5 asientos: el de la orilla. Por suerte después se subieron sólo dos niñas de Indonesia, así que no nos fuimos tan apretados. 

Tema aparte el hecho de haberse ido todo el camino con la boca seca por la falta de baños, porque hay una sola cosa peor que tener la boca seca y es tener ganas de ir al baño y no poder ir. Al otro día desperté con el sol en la cara (debí haber escogido la otra orilla...), porque las ventanas de atrás no tenían cortinas. Por lo menos en frente tenía una linda vista de las plantaciones de arroz, que se extendían a veces hasta el horizonte.


Una vez en el hotel dejé las cosas, tomé desayuno y después de una buena ducha salí a recorrer Hoi An. Esta ciudad es conocida como uno de los pueblos antiguos de Vietnam y es Patrimonio Mundial de la Humanidad, ya que ha mantenido las fachadas de sus casas desde hace cientos de años. Como el hotel no estaba tan cerca del centro, me arrendé una bicicleta para poder llegar. La calles estrechas con caminos de piedras eran entretenidas de recorrer, con la vista a cada lado de las casas en su mayoría café o amarillas. Hay un río que separa la ciudad en dos, y que es vuelta a unir  por varios puentes que también mantienen desde hace muchos años.

Estaba yo en uno de esos puentes con mi camiseta de Colo-Colo sacándole fotos a un veterano que maniobraba un bote por el río, cuando escuché desde atrás un "dale, dale..." y al darme vuelta vi a Renato, un chileno que andaba en Hoi An con su señora Verónica. Nos pusimos a conversar y me contaron que viven en Australia desde hace un año y aprovecharon las vacaciones de la Universidad para viajar.



Nos llevamos súper bien, así que empezamos a recorrer la ciudad juntos. Habían varias partes a las que sólo se podía acceder con entrada. Ellos habían comprado un talonario con las entradas a todos los lugares, pero como no tenían tiempo para visitarlos todos, me dieron algunas y fuimos a ver los más importantes. El primero al que fuimos consistía en un show de canto y de baile tradicional.



Luego fuimos a una "casa antigua". Ahí nos explicaron que muchas casas tenían más de un piso, ya que en las épocas de lluvia el nivel del agua a veces superaba el metro de altura, por lo que todos los habitantes debían trasladarse al piso superior. Fuimos al segundo piso donde habían dos señoras tejiendo ropa de la forma tradicional, sentadas en el suelo con un telar de madera. Además de la ropa también tenían pinturas, figuras, joyas y varias cosas más para vender.


Después de recorrer un poco más el pueblo y comprar frutas en un mercado local, nos fuimos los 3 en la moto a la playa para pasar el resto de la tarde. No era de las más bonitas, pero una playa con agua tibia siempre es bienvenida.

martes, 25 de junio de 2013

VN 40- Vinpearl

El segundo dato que me dio Bin cuando estaba en Dalat fue sobre Vinpearl, un parque de diversiones acuático que se encuentra en una isla al cual se llega a través del teleférico sobre el mar más largo del mundo. Aparte de los juegos acuáticos el parque tiene algunas montañas rusas, juegos de video, un acuario, playas y varios shows. La gracia del parque es que para acceder a todo lo anteriormente mencionado, incluido el teleférico, sólo se tiene que pagar una única entrada que cuesta alrededor de 500.000 dongs ($12.500), así que sólo se debe llevar dinero para el almuerzo. Preguntando en distintas agencias de viaje conseguí la entrada por 450.000 ($11.250) y tomé una moto hacia la base del funicular.

Varios minutos suspendido en el aire después, estaba recorriendo la isla. Vi una pequeña montaña rusa a la que me subí, pero no estuvo tan entretenida. Después encontré algo que sí me gusto: se trataba de la "alpine coaster", un carrito que va por rieles y que es tirado hasta la cima de la montaña más alta de la isla. Los únicos comandos del carro son un par de palancas a los lados para controlar los frenos. Una vez arriba, la gravedad hace el resto y se va hacia abajo a gran velocidad serpenteando por la montaña. Me subí 2 veces y si no hubiera sido por el calor me hubiera subido unas cuantas más.

Caminé hacia el otro lado de la isla, hacia el parque acuático. Al llegar había que dejar las cosas en un locker. Ahí pensé que se venía el cobro gigante, pero me sorprendí al ver que sólo costaba 10.000 dongs ($250). Con sólo el traje de baño y mis lentes recorrí los juegos. Habían muchas variedades de toboganes de agua: abiertos en que había que tirarse con flotadores o sin nada; otros cerrados donde no se podía ver nada hacia afuera, uno grande donde cabía un bote "familiar" para 8 personas y otro donde al final la gente quedaba dando vueltas en una especie de embudo gigante para finalmente caer a otra piscina. También había una piscina con olas y un par más de las piscinas "normales". 

Rodeando el parque había un río artificial, donde los bañistas sólo caminaban o se dejaban llevar por la corriente en los flotadores. Casi todo era perfecto, a excepción de la falta de flotadores. Como habían pocos, provocaba que la gente se asegurara y los acarreara para ir de un juego a otro, dejando a varios esperando a que alguien se desprendiera de uno. Un poco más afuera del río estaba la playa, con arenas blancas y agua a temperatura perfecta.


Cuando ya estaba anocheciendo fui a darme una vuelta al acuario, sin muchas expectativas. Por suerte resultó ser bastante bueno, con muchas variedades de peces en distintos tipos de módulos de exhibiciones. Estaban las clásicas peceras, pero además habían algunas con el techo abierto, y permitían tocar a los peces y tortugas que ahí nadaban. Lo que más me gustó fue el túnel que atravesaba el acuario principal, donde se podían ver tortugas, peces gigantes, tiburones y mantarrayas. Muy entretenido.


Como a las 7 me dirigí a la salida, pero la fila para entrar al funicular estaba demasiado larga, así que pasé un rato a jugar video juegos (todos gratis) donde también habían películas en 4D, juegos de basquetball y un "gánesela al toro". Aprovechando que ya no hacía tanto calor me fui a tirar a la alpine coaster 3 veces más y un par en el "barco pirata". Gracias por el consejo Bin!!

Dejo un video resumen de lo que fue este día:


lunes, 24 de junio de 2013

VN 39- Baños de barro

Hoy en la mañana me pasaron a buscar para tomar mi segundo bus desde Dalat hacia Nha Trang, una ciudad en la costa de Vietnam. Cuando llegó la minivan al hotel pensé que íbamos a ir hacia algún terminal de buses, pero al final el viaje fue en la misma minivan. Como los asientos eran muy pequeños para dormir, tuve que acostarme en el suelo; apoyado en mi almohada inflable no fue tan incómodo. El viaje por suerte no fue largo, así que llegamos antes del medio día a la ciudad. Dejé las cosas en el hotel y salí a recorrer un poco. La playa me queda a 4 cuadras y los alrededores se ven muy ordenados comparados con las otras ciudades que he visitado.

Cuando le comenté a Bin que iba a venir a Nha Trang, me dijo que esta ciudad es famosa por unos spa con baños de barro, así que antes que se me hiciera más tarde fui a una agencia de turismo y por 200.000 dongs ($5.000) me pasaron a buscar a las 14:00 para ir a Thap Ba Spa. Una vez allá me puse el traje de baño y seguí las instrucciones de los guías. Antes que nada había que ducharse y luego nos hicieron pasar en grupo a unas tinas que llenaban con barro líquido. Después de unos 20 minutos literalmente jugando en el barro, salimos y nos sentamos en unas escaleras bajo el sol para que la capa marrón se secara y endureciera.

Luego había que ducharse nuevamente para sacarse todo para posteriormente entrar a unas tinas con agua caliente. A los 20 minutos en las tinas nos dijeron que debíamos salirnos, y que podíamos ocupar el resto de las instalaciones, que consistían en piscinas con agua temperada y otras con agua fría. También podíamos hacernos masajes y como yo ya estaba todo arrugado por tanto rato en el agua, decidí tomar esta última opción. La sesión costaba 200.000 dongs ($5.000) e incluía tiempo ilimitado en un sauna más 1 hora de masaje. El masaje estuvo súper bueno, incluyendo pisadas en la espalda con la masajista sujetándose de unos fierros en el techo, y al final me pasó un papelito que preguntaba cómo había sido el masaje. 

Obviamente le di el mayor puntaje y cuando da vuelta el papelito salía un espacio para colocar la propina. Pensando en el 10% le ofrecí 20.000 dongs ($500) y me dijo que los turistas siempre le daban más. Ahí comenzó el tira y afloja y terminó con todas las otras masajistas rodeándome diciendo que TODOS los otros turistas les daban 200.000 dongs ($5.000) y yo argumentando que TODOS los otros turistas venían de Europa y que para ellos US$10 no es nada. Al final le terminé dando 40.000 dongs ($1.000) que igual recibió con una sonrisa, considerando que el sueldo promedio en Vietnam no alcanza los $200.000 pesos mensuales.

domingo, 23 de junio de 2013

VN 38- Por Dalat en moto

A las 8:30 fui a la agencia de viajes para comenzar mi tour en moto. En general se ofrecen tours por la ciudad o por el campo. Cada uno toma un día completo, pero como yo no tengo tanto tiempo para disponer, me arreglaron uno en que íbamos a visitar menos cosas, pero las más importante de cada lado. Al llegar a la agencia me encontré con un joven delgadito y sonriente que resultó ser mi guía. Su nombre era Bin y al principio no confié mucho en que pudiera conducir la moto con seguridad, pero al final demostró tener bastante destreza y no tuvimos ningún problema.

Lamentablemente al momento de comenzar el tour justo se puso a llover, así que antes de subirme a la moto me coloqué un poncho de plástico bajo el casco y partimos hacia las montañas. El primer lugar que visitamos fue un sector donde habían muchos invernaderos donde cultivan flores. Debido a las temperaturas templadas de Dalat, este es uno de los pocos lugares en el país donde las flores pueden crecer.


Bin me contaba que la mayoría de la gente de la ciudad se dedica al cultivo, siendo los principales productos las flores y el café. Comenzamos a bajar y nos detuvimos en una villa donde vive una tribu originaria. En Vietnam hay 54 distintos tipos de grupos étnicos siendo los "Viet" el grupo mayoritario abarcando el 85% de la población. En el caso de la tribu que visitamos, me contaba que se rigen por el matriarcado y que al momento de casarse son las novias las que tienen que pagarle a la familia del novio. En la actualidad se hace con dinero, pero antes se pagaba con animales como gallinas o búfalos.

Nuestra próxima parada fue una fábrica de vino de arroz, en donde me mostraron el proceso de destilado y al final por supuesto probamos unos vasitos del producto final. En el mismo lugar producían café y criaban mustelas (weasel), unos animales parecidos a las comadrejas. El propósito de la crianza es para producir el "weasel coffee", un tipo de café más caro que se hace usando los granos de café sacados del excremento de las mustelas. Se dice que ellas eligen los mejores granos y una vez que han pasado por el tracto digestivo el café resultante es menos ácido y más rico que el tradicional.

A continuación fuimos a una fábrica de seda, donde tenían un criadero de gusanos de seda, ya que sus capullos son los que se utilizan como materia prima. En el proceso se colocan los capullos (con los gusanos adentro) en agua caliente y de ahí se va sacando el material que posteriormente se usa para producir el hilo. Unas máquinas automatizadas se utilizaban para tejer y confeccionar las telas con distintos patrones, que luego son vendidas a otras fábricas donde las tiñen y usan para la confección de ropa. La razón de utilizar los capullos con los gusanos adentro es que si dejan que el gusano salga, el capullo se seca y ya no es posible ocuparlo.

Una de las características de Dalat, por estar en las montañas, es que posee varias cascadas y una de ellas fue nuestra siguiente parada. La entrada al lugar daba a la cima de la cascada, pero Bin me dijo que era mejor bajar para poder apreciar realmente las dimensiones, así que lo seguí por un camino de rocas resbaladizas que era bien peligroso, porque no habían barandas y las caídas eran de varios metros de altura. No alcanzamos a llegar hasta el final del camino, porque abajo el agua caía muy fuerte y salpicaba a todos lados, pero aún desde ahí podíamos ver y escuchar bien el poder de la catarata.

Fuimos a almorzar a un local que estaba cerca y luego nos empezamos a devolver a Dalat. En el camino paramos en un pequeño parque recreativo, donde se podía andar en bote, en elefante y en avestruz, siendo esta última la principal razón para venir acá. Mientras caminábamos hacia el corral, me ofrecieron probar mi puntería disparando flechas con un arco antiguo a un tigre dibujado en la pared. De acertarle en el pecho me ganaba una botella de vino, pero después de 3 intentos no lo pude lograr. Seguimos al corral y pagué los 100.000 dongs ($2.500) y me fueron a buscar una avestruz. Tenían una montura por detrás de las alas y cuando me subí me dijeron que tratara de mantener las piernas lo más atrás posible. El lugar no era muy grande, pero después de ir caminando un poco mi nueva amiga apuró el paso y pude sentir la fuerza que tienen. Un par de minutos de paseo y nos devolvimos al comienzo para desmontar. 

A la salida intenté otra vez con las flechas y con la primera me gané un vino, que después le di como regalo a Bin, quien la aceptó feliz. Nos subimos a la moto y continuamos nuestro camino hacia Dalat, bordeando un lago donde las montañas de fondo generaban una vista preciosa y luego siguiendo hasta un cerro desde donde salía un funicular. Por 50.000 dongs ($1.250) me subí para tener una vista aérea del lugar, mientras Bin recorría el mismo camino pero por tierra. Al llegar me estaba esperando en el estacionamiento y 10 minutos después estábamos de vuelta en la oficina de la agencia para concluir el provechoso tour.

Dejo un video con imágenes de algunas de las cosas que hicimos hoy:


sábado, 22 de junio de 2013

VN 37- Open Bus ticket

Debido a que la mayoría recorre Vietnam de norte a sur (o viceversa) existe una modalidad de pasajes de bus llamada "Open Bus", en la cual entregan un talonario con los pasajes hacia las principales ciudades entre Saigon y Hanoi. Cada pasaje tiene una hora de salida predefinida y para reservar cada viaje se debe llamar por teléfono el día anterior indicando el destino y al siguiente día te pasan a buscar y llevan directo a la estación de buses. Ayer compré mi talonario con 4 viajes desde Saigon hasta Hanoi por 860.000 dongs ($22.000) y en la tarde tomé mi primer bus hacia Dalat, una ciudad ubicada en las montañas y que tiene un clima más templado.

El bus demoró 5 horas y tuvo que parar dos veces en el camino, porque no tenía baño; eso a pesar que al comprar el pasaje me aseguraron que sí tenía. Había escuchado que a veces en las agencias de viajes mienten de esa forma descaradamente, pero no lo creí hasta que lo viví. Una vez en Dalat salí a recorrer la ciudad, pero justo estaba lloviendo. De igual manera pude visitar un templo que estaba cerca del hostal y notar la marcada presencia francesa en la arquitectura de los edificios. En la noche pasé por una agencia de viajes y contraté un tour en moto que me pareció interesante.

jueves, 20 de junio de 2013

VN 36- Ciudad de Ho Chi Minh (Saigon)

Cerca del Museo de Guerra se encuentra el Palacio de Reunificación. Generalmente en los tours se visitan ambos el mismo día, pero ayer no alcancé a hacerlo, así que hoy en la mañana fui a verlo. Se trata de un edificio que fue usado como Palacio Presidencial de Vietnam del Sur antes de la guerra de Vietnam y que marcó el fin de ésta al momento que un tanque de Vietnam el Norte atravesó las puertas de entrada en abril de 1975. Una vez que Ho Chi Minh (líder de Vietnam del Norte) asumió el poder de ambos Vietnam, cambió el nombre de la capital del sur de Saigon a Ciudad de Ho Chi Minh. Como para que vieran quién mandaba...

El edificio consta de 5 pisos y en el recorrido se pueden ver los salones de reuniones, comedores, salones de juegos, dormitorios y en el techo, un helicóptero que estaba disponible para el uso del presidente. 





En el subterraneo habían salones de reuniones secretos que tenían grandes mapas del país en la pared, archivadores de metal, teléfonos antiguos en cada escritorio y equipos de radio gigantes que me recordaron a las películas antiguas de espías o a la Baticueva del Batman de los 70s.




En la tarde me dediqué a recorrer la ciudad. Saigon está separada en distritos y mi hostal está en el sector más turístico en el Distrito 1. Hay 13 distritos enumerados (hay otros con nombres) y a medida que aumenta la numeración su ubicación se encuentra más alejada del centro de la ciudad. Lo más característico, como en muchas ciudades de Asia, es la cantidad de motos que circulan por las calles. Otra característica son los pasajes entre edificios; ingresé a varios y siempre me encontraba con puestos de comida o entradas a hoteles o casas particulares. A pesar de ser angostos era común ver motocicletas transitando de un lado a otro esquivando a los peatones y por supuesto, tocando la bocina..

Dejo un video que capta varias cosas que uno puede ver frecuentemente en el sector:


miércoles, 19 de junio de 2013

VN 35- Museo de Guerra y Show de Marionetas

Mi primera parada esta mañana fue el Museo de los Vestigios de Guerra, en el cual, entre varias cosas, se pueden ver imágenes de los crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos durante la guerra de Vietnam en los años 60. En el frontis del complejo se pueden ver helicópteros, tanques, aviones y otros vehículos del ejército estadounidense. 


El edificio consta de 4 pisos. En el primero se mostraban imágenes de manifestaciones en distintos países que apoyaban a Vietnam y que demandaban el término de la "invasión" de Estados Unidos. En el segundo piso se mostraban imágenes tomadas por distintos fotógrafos de guerra, acompañadas por una pequeña reseña. Algunas eran bastante fuertes; una mostraba un grupo de mujeres, 3 adultas y 2 niñas, todas con expresión de miedo. El fotógrafo contaba que después de sacarles la foto se dio media vuelta y a los pocos segundos escuchó los 5 disparos. Por el rabillo del ojo vio algo caer al suelo, pero no tuvo el valor de girarse a ver los cuerpos. 

Otra imagen mostraba a los soldados estadounidenses marchando y junto al camino un bebe desnudo abandonado jugando con tierra. Otra mostraba un grupo de niñas semidesnudas corriendo por la carretera llorando con el cuerpo parcialmente quemado; habían bombardeado recién su villa. Un sector del museo contaba brevemente la historia de la masacre de My Lai, donde los soldados de la compañía "Charlie" asesinaron a unos 500 civiles, incluidos niños, ancianos y mujeres. Los reportes indican que los soldados quemaron todo lo que encontraron sin haber nunca recibido fuego enemigo. 

En el tercer piso se contaba sobre el uso del Agente Naranja, conocido así por su característico color. Debido a que la vegetación era uno de los grandes aliados de los vietnamitas, el ejercito estadounidense ocupó este químico para destruir miles de hectáreas de selva. Aparte del gran daño hecho a la Naturaleza, el Agente Naranja provocó malformaciones en miles de personas. Una vez más las imágenes eran bastante fuertes, mostrando los defectos de nacimiento de mucha gente. También comparaban áreas con bosques y ríos que posteriormente sólo mostraban un campo desierto. 

Justo cuando me dirigía al último piso avisaron que iban a cerrar el museo y cuando iba caminando a la salida vi que había un sector donde mostraban las condiciones de encarcelamiento de los prisioneros, que tampoco alcancé a ver. Me pasó por leer todas las reseñas de las fotografías que encontré muy interesantes. Después de salir caminé un par de cuadras y llegué a la Catedral de Notre Dame. Al tratar de entrar me dijeron que ya la habían cerrado a los turistas, porque estaban oficiando misa. Después de decirle a la portera que yo era de Chile y que la mayoría profesa la religión católica, me dejó entrar. Claro que no entendí nada de lo que decía el cura, pero la decoración que había dentro era muy bonita.

A las 6:30 fui a ver un show que está renaciendo en Vietnam, después de haber desaparecido por algunos años: el show de las marionetas de agua. Se trata de un escenario inundado en donde se cuentan historias de la cultura de Vietnam a través de las marionetas, que son controladas por personas sumergidas detrás del escenario. A los costados habían cantantes vestidos de época que también tocaban instrumentos clásicos vietnamitas e iban relatando lo que pasaba en la trama. Nuevamente no entendí nada, pero las historias eran bastante obvias y las marionetas fueron entretenidas de ver.

Dejo un video de parte del show: