sábado, 25 de mayo de 2013

MY 19- Hotelucho en medio de la nada

El plan era el siguiente: salir de Singapur en bus, cruzar la frontera en Johor Bahru y llegar a un pueblo en medio de la nada llamado Gemas ("guemás") para al otro día tomar un tren hacia el norte de Malasia que cruza la selva y es conocido como el "jungle train". Todo partió bien: tomé un bus temprano ayer en la mañana desde Singapur y llegué a Johor Bahru para presentar mi pasaporte. Luego tomé otro bus que me dejó en un terminal malayo y entre gritos de "KL!, KL!, Kuala Lumpur, sir!" compré el pasaje hacia Gemas.

El bus sin baño igual era cómodo. Me fui en la última corrida de asientos sin nadie a mi lado, lo que siempre es bueno considerando que el ancho de los asientos en Asia es mas angosto que el de los asientos de los buses en Chile y además no tienen separador. Se suponía que íbamos a llegar a las 10 pm después de 7 horas de viaje; con mi computador, celular y Nook cargados iba a ser un trayecto apacible y rápido, hasta que vino el imponderable: nos quedamos en panne. 3 horas parados esperando a que llegara otro bus. Por suerte habíamos parado hace poco a comer (y al baño) aunque yo llevaba mis galletas. Cuando por fin llegó el bus de reemplazo eran las 11 pm y yo tenía mucho sueño, así que no pude aguantar y me quedé dormido.

Cuando desperté estábamos justo llegando al terminal. Sólo habían unas 5 personas más conmigo. Al ver que todos se bajaban, hice lo mismo y le pregunté al conductor si ya estábamos en Gemas. Me contestó en malayo y con una sonrisa en los labios sin decir ni una palabra en inglés, pero sí le entendí "Gemas" varias veces e indicaba hacia atrás del bus. Todavía medio dormido no entendía por qué no seguíamos nuestro camino, hasta que me di cuenta que ya habíamos pasado Gemas y estábamos en el final del recorrido, en un pueblo quizás más chico llamado Bahau. Eran las 2:30 de la mañana y no sabía donde iba a dormir. El conductor me siguió hablando en malayo y le entendí "hotel" y me apuntó hacia una esquina. 

Tomé mis cosas y caminé hacia allá y efectivamente había un hotel. El precio por la habitación eran 50 ringgit ($8.000) y acostumbrado a pagar 20 me fui a buscar otro. Después de comprar agua y por fin despertar del todo, me di cuenta que tenía que volver y tomar la habitación de inmediato, porque ya eran casi las 3 de la mañana. Volví y el encargado me dijo que había llegado alguien y ya no quedaban habitaciones, así que con la cola entre las piernas tuve que salir en medio de la noche, con la mochila de 20 kilos y en un lugar desconocido, a caminar a buscar algo. Por suerte a los 20 minutos y cerca del terminal encontré un motel, donde me cobraron 42 ringgit ($6.800).

Hoy en la mañana fui nuevamente a la estación y compré un pasaje de vuelta hacia mi destino original, Gemas. Como el tren salía a las 9:30, llegué a las 7:30 para ver si podía alcanzar a tomarlo, pero el primer pasaje que salía de Bahau era a las 10, así que me tuve que quedar una noche en Gemas. Tiempo y plata perdidos por el bus que se quedó en panne (y porque me quedé dormido). Los imponderables.