
Hoy compré un pase por 2 días en los clásicos buses "Hop-on hop-off", esos rojos de 2 pisos que se pasean por las ciudades visitando los lugares y barrios importantes. Es una manera cómoda e ilustrativa de conocer una ciudad, ya que a bordo hay grabaciones que cuentan de forma resumida la historia de cada lugar visitado. Además por la compra de 2 días me dieron de regalo un paseo en bote por el río la bahía.

Como yo me estoy quedando en el Chinatown, el bus se detenía a solo 2 cuadras de mi hostal, así que no tuve que desplazarme demasiado para tomarlo. El primer lugar en el que me bajé fue la "Arab Street". Lo primero que llamó mi atención fue la cúpula de una gran mezquita, la Mezquita del Sultán, construida en 1824 a pedido del Sultán Hussein, quien fuera responsable de la fundación de Singapur.

Mientras estaba en el sector pasé a un restaurant turco. Habían muchas opciones para elegir, pero finalmente me quedé con esta, porque me ofrecían una pechuga de pollo deshuesada. ¿Que tiene eso de especial? Que el 99% de los platos que he comido en estos últimos 3 meses que tienen pollo vienen o con huesos o con el cuero, así que disfruté bastante sin tener que preocuparme de romperme algún diente por masticar algo duro.

En el recorrido pasamos por "Little India", el distrito financiero y por la bahía. La grabación contaba que el terreno en que están construidos los rascacielos es de los más caros del mundo y que incluso algunos de ellos están sobre terreno ganado al mar.

Una vez que volvimos al Chinatown dejé las cosas y al revisar mi mail vi que las danesas que conocí en Kuala Lumpur por coincidencia estaban en Singapur, así que quedamos de juntarnos en Clarke Quay, un sector de bares y restaurants que bordea el río. Caminé hasta allá y vi que habían muchísimos lugares para comer y divertirse. Después de conversar un rato y viendo que estaba nuevamente cerca de la bahía, fui a utilizar mi ticket en bote. Cuando lo compré me aconsejaron tomarlo de noche y vaya que tenían razón. La luces del sector reflejadas en el agua eran un espectáculo en si mismas.

Luego de unos 20 minutos de paseo me dejaron cerca del casino y como andaba con tiempo pensé en conocerlo. Dos horas después y unos varios cuantos singdollars menos, preferí retirarme y me fui caminando, derrotado, de vuelta al hostal.