Hoy me levanté a las 5:30, porque a las 6:30 debía partir hacia Sandakan. Normalmente tendría que haber ido a la bifurcación donde me dejó el bus hace dos días y haber esperado a que pasara otro bus hacia la ciudad, pero la esposa de Osman tenía un conocido y por 35 ringgit ($5.500) me vino a dejar a Sandakan y más encima cerca del hostal. ¡Bien!

Llegué como a las 9:30 queriendo tomar una ducha, pero al comentarle a la recepcionista del hostal que iba a tener el resto del día libre, me pasó unos panfletos de 2 lugares interesantes que quedaban a unos 45 minutos de aquí, así que la ducha tuvo que esperar. A las 11 estaba tomando un nuevo bus hacia el Rainforest Discovery Center (RDC), un parque situado en medio de la selva el cual tiene por finalidad educar a la población y en el cual se pueden identificar distintos tipos de árboles y la fauna que habita en el lugar. Uno de los mayores atractivos es una pasarela a unos 15 metros de altura que pasa por las copas de los árboles y desde la cual se puede apreciar de forma distinta la Naturaleza.

Después de recorrer la pasarela seguí caminando por las distintas rutas que cruzan el parque. La verdad es que no lo encontré tan interesante, más que nada porque vengo llegando de Sukau, donde realicé una verdadera caminata por la selva.

El segundo lugar que me recomendó la recepcionista fue Sepilok, un centro de rehabilitación de orangutanes. Orang Utan es quizás la palabra malaya más famosa en el mundo y significa "hombre de la selva". El centro se encontraba a unos 2 kilómetros del RDC, por lo que me fui caminando y me demoré unos 20 minutos en llegar. Al entrar pagué los 30 ringgit ($4.800) correspondientes por el ticket y me pidieron dejar mis cosas en un locker, porque ellos no se hacían responsables en caso de que algún animal me las quitara...

La razón de tal advertencia se debe a que el centro está insertado en la selva dónde habitan los orangutanes, además de algunos monos. Caminé por una pasarela de madera de unos 200 metros y al final había un área diseñada para observar a los alrededores, donde se podían ver unas plataformas a unos 15 metros del suelo.

El modus operandi del parque consiste en dejar alimentos sobre las plataformas y de esa forma atraer a los orangutanes desde los árboles. Los horarios de alimentación son a las 10 am y a las 3 pm, por lo que recomiendan a los turistas llegar justo antes de esos horarios, aunque no se garantiza que la comida los atraiga el 100% de las veces. En mi caso, llegué a las 2:45.

Justo en el momento en que los cuidadores estaban preparando la comida, comenzó a llover muy fuerte. Me habían advertido que la lluvia podía ser otro efecto disuasivo, pero por suerte para mi hoy no fue el caso. De a poco los orangutanes empezaron a llegar desplazándose a través de cuerdas entre los árboles. Algunos, molestos por la incesante lluvia se trataban de cobijar colocándose hojas sobre la cabeza.

A los 20 minutos la lluvia empezó a amainar y con ello más orangutanes llegaban. Verlos entre los árboles era muy difícil, pero el movimiento de las cuerdas los delataba. Al comenzar a moverse una todos nos girábamos en esa dirección y a los pocos segundos veíamos como venían desplazándose muy ágilmente, algunos usando las cuatro patas y otros usando sólo dos.

La verdad es que me sorprendió ver la fuerza que tienen. La facilidad con que trepaban por las cuerdas de verdad era asombrosa. Algunos a veces se colgaban de una sola mano por largo tiempo mientras trataban de tomar alimento con la otra. Otros se colgaban de sus patas traseras y quedaban cabeza abajo. Obviando el pelaje, quizás la diferencia a simple vista más grande entre ellos y nosotros es la capacidad de usar sus pies como manos, considerando que el genoma del orangután es idéntico al nuestro en un 97%.

A las 4 pm salía el último bus desde Sepilok hacia Sandakan, así que a las 3:55 me dirigí corriendo a la salida, preocupado de quedarme sin transporte público (y barato) que tomar. Llegué un par de minutos después de las 4 y ahí estaba esperando el fiel bus. Me puse a conversar con el chofer y me decía que siempre esperan un poco más a la gente, porque saben que se demoran en la salida, sacando las cosas de los lockers o comprando souvenirs. A las 4:10 partimos y 3 ringgit ($450) después estaba en Sandakan. Recorrí un poco la ciudad, pero luego me vine al hostal a dormir, porque después de haberme levantado temprano y todos los viajes en bus estoy un poco cansado.