Ayer me dediqué a pasear por las distintas agencias de turismo de la ciudad ya que hasta hace unos días atrás no tenía mayor conocimiento de las actividades que se podían hacer en Borneo. La razón de este desvío en mi viaje fueron las conversaciones que tuve con las danesas en Kuala Lumpur. Ellas tenían pensado volar hasta acá también, pero a última hora desistieron por las noticias de secuestro a unos turistas en la costa este, justo a unos kilómetros de dónde me encuentro ahora...
Hoy en la mañana salí del hostal con mi destino final siendo la ciudad de Sandakan. Como todos los traslados en mis viajes, siempre trato de hacerlo de la manera en que lo haría la mayoría de la gente local. Así que en este caso, todo el viaje desde Kota Kinabalu hasta Sandakan iba a ser en bus. Primero tomé un bus en la ciudad por 50 centavos ($80) para llegar al terminal de Wawasan.
Este terminal tiene buses y mini vans que trasladan a la gente hacia localidades cercanas o en mi caso, hacia otro terminal de buses más grande, el terminal de Inanam. El pasaje costaba 1,5 ringgit, pero como mi mochila ocupaba otro asiento me cobraron 3 ringgit ($470). Una vez allá compré el pasaje a Sandakan por 43 ringgit ($6.800) y cuando vi el nombre de la compañía del bus casi me pongo un impermeable antes de entrar...
El bus era bastante cómodo, con aire acondicionado y asientos reclinables y me vine con harto espacio, porque el asiento a mi lado se vino desocupado. Ya saliendo de la ciudad el paisaje se mantuvo verde durante todo el camino, con literalmente miles y miles de árboles a cada lado.
En un momento el camino se puso cuesta arriba, generando vistas de postales sobre las laderas de la montaña por la que ascendíamos. Cuando ya tenía los oídos tapados por la altura, pasamos por la base del Monte Kinabalu, el más alto del sudeste asiático con 4.095 metros de altura. De tener tiempo pienso visitarlo cuando vuelva a Kota Kinabalu.
Después de un par de horas paramos en un local para almorzar. En el menú habían cosas que todavía no se qué eran, así que me fui a la segura con algo conocido: vienesas con arroz.
Llegué a Sandakan cuando ya estaba oscuro, así que tomé un taxi hasta el hostal por 15 ringgit ($2.400). Está bien ubicado en el sector de Harbour Square, cerca de supermercados, restaurants y el terminal de buses local.
